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jueves, 22 de mayo de 2025

MI RELIGIÓN

 


Pedro Taracena Gil

Periodista




LA ESPAÑA DEL NACIONALCATOLICISMO

«Y bien, en resumidas cuentas, ¿Cuál es la religión de este señor Unamuno?».

 En la España del nacionalcatolicismo en la década de los años 50, los adolescentes fuimos víctimas de la educación soportada, más que una liberación creativa de la juventud, fue una castración en amplio sentido de la palabra. Las y los niños de mi generación recibimos una deseducación inmersa en la peor de las circunstancias: Educación religiosa a través del Catecismo registrando en nuestra memoria 200 preguntas al pie de la letra. Una Formación del Espíritu Nacional; cantando el Cara al Sol todas las mañanas en formación militar, rezando la oración, “José Antonio esté contigo…”

 “Señor mío y Dios nuestro

José Antonio esté contigo.

Nosotros queremos lograr aquí

La España que él ambicionó

Nos guía El Caudillo, Señor…”

 Mis Maestros y profesores fueron religiosos de la Congregación Salesiana y el Opus Dei era el brazo armado del Gobierno, exhibiendo el libro de Camino como la nueva biblia del Caudillo de España que lo fue por la Gracia de Dios.

En aquella España los adolescentes con inquietudes leíamos libros que estaban en el Índice de la Iglesia que la alianza trono-altar, obligaba a mantener. Censura que el franquismo hacía suya. Dos libros fueron censurados de Miguel de Unamuno: “La Agonía del Cristianismo” y “Del sentimiento trágico de la vida”. El concilio ecuménico Vaticano II obligó al estado confesional a suprimir la censura eclesiástica. España ha estado de espaldas a la democracia de 1939 a 1975 y por supuesto violando la Declaración universal de los derechos humanos:

 LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Esta introducción pretende dar paso a un breve ensayo para reflexionar sobre el rol que la religión ha tenido y tiene en la actualidad.

Encíclica Rerum novarum de León XIII en 1891

La constitución pastoral sobre La Iglesia en el mundo actual del concilio ecuménico Vaticano II 1962-1965, convocado y realizado por los papas Juan XXIII y Pablo VI.

Encíclica Populorum progressio 1967 de Pablo VI.

Sin duda el pueblo español, mejor dicho, no pocos cristianos nos comprometimos con estas doctrinas, que abiertamente estaban en contra del maridaje Iglesia-Estado; abandonando la parte dogmática y abrazando los derechos humanos y la justicia social. Conceptos ajenos a la religión y que en el nacionalcatolicismo se confundían de forma muy interesada:

El pecado y el delito.

La caridad y la justicia social.

La moral laica y los mandamientos de la Ley de Dios.

El dogma divino y el uso de la razón humana.

La Doctrina Social de la Iglesia resultó incompatible con la dictadura franquista; quebrantando derechos humanos y justicia social.

Numerosos clérigos fueron perseguidos por la dictadura franquista, simplemente por predicar la doctrina que emanaba del concilio que le era contemporáneo. Un solo obispo tuvo que ser protegido por la Santa Sede ante el peligro de ser procesado al margen del Concordato mantenido por el Franquismo y la Curia de Roma.

 LA TRANSICIÓN FALLIDA DE LA DICTADURA A LA DEMOCRACIA

 La constitución conciliar de “La iglesia en el mundo actual” decretada por el Vaticano II, la muerte del sanguinario dictador Francisco Franco y la ejecución de la coronación del Príncipe de España Juan Carlos de Borbón, en absoluto trajeron la democracia a España. No obstante, los españoles venidos del exilio y los liberados de las cárceles franquistas aceptaron como mal menor una ley de amnistía que dejó impune el genocidio franquista.

 Secuencia de la mal llamada transición:

1.     Las Cortes franquistas proclaman a Juan Carlos I como “rey de una dictadura”.

2.     El Presidente del Gobierno y el Rey someten a referéndum una reforma política, que introduce de forma engañosa el testamento de Franco que, incluye la monarquía, eludiendo un referéndum que la validara.

3.     La nueva Constitución Española, conservó la estructura franquista: Fuerzas Armadas, Jueces, Policía; dejando intacto el aparato represor de la dictadura y la alianza Iglesia-Estado.

4.     Se decretó una Ley de Amnistía en 1977 que dejo impune el genocidio. Se beneficiaron por igual las víctimas y sus verdugos.

5.    El papel del Rey en esta farsa merece un análisis aparte en todo su reinado.

 El VATICANO COMO MONARQUÍA TEOCRÁTICA

 La tradición nos cuenta que históricamente Jesús de Nazaret, hijo de José el carpintero y María hija de Joaquín y Ana, lideró un grupo de discípulos predicando La Buena Nueva. Pescadores en su mayoría. La Biblia y sobre todo El Nuevo Testamento, dan testimonio de la génesis del cristianismo. No seré yo quien haga una exégesis de su evolución histórica, hasta llegar a nuestros días.

A través de veinte siglos aquella minúscula célula apostólica se multiplicó y se transformó hasta el día de hoy. Aquel grupo de apóstoles seguidores de Cristo se han constituido en un estado con una estructura reconocida por el resto de los estados de la Tierra. Presentan un boato como todas las monarquías históricas, entre ellas la monarquía española.

No pretendo formular una crítica de la Curia Vaticana y mucho menos de su justificación ante el resto de los estados y gobiernos del mundo. No obstante, el comportamiento del papa Francisco durante sus políticas en pro de los más pobres, el colectivo LGTBEI, los divorciados y los desvalidos en general, han marcado una tendencia que, en apariencia, el nuevo papa León XIV, al evocar a través del nombre elegido como papa a León XIII, ha provocado cierto optimismo sobre su preocupación social, aunque haya adornado su coronación con un boato digno de los papas más clásicos.

 LA FE Y LA RAZÓN LA CARIDAD Y LA JUSTICIA

 La fe es el conjunto de creencias de carácter indiscutible y obligado para los seguidores de cualquier religión. En el caso de la religión católica su contenido está en el Catecismo de la Doctrina Cristiana y en el Derecho Canónigo.

Sin embargo, la razón se basa en argumentos o demostraciones donde se aducen pruebas en apoyo de algo. Es una cuestión humana no divina.

La caridad es la actitud solidaria con el sufrimiento ajeno. Limosna que se da o auxilio que se presta a los necesitados.

La justicia es el principio moral que lleva a determinar que todos deben vivir honestamente y somo iguales en derechos y deberes.

Con estas cuatro magnitudes podemos conocer las limitaciones que la religión cristiana tiene para adaptarse al siglo XXI.

Por mucho que la voluntad del papa Francisco fuera aplicar las obras de misericordia en materia del colectivo LGTBI o en materia de cristianos divorciados o de leyes que regular la conducta humana ajena a prejuicios religiosos, la eficacia es un espejismo de la realidad humana seglar y laica.

Por estos prejuicios insalvables, las doctrinas que emanan de papado están llamadas al fracaso. En los breves días de pontificado de León XIV se ha percibido que evoca la tímida doctrina del colectivo LGTBI, por ejemplo, pero su imagen ha recordado a Benedicto XVI. Otros gestos de avance en materia sexual, por ejemplo, será un espejismo.

Es evidente que quien se entusiasma con el boato de esta monarquía teocrática y la puesta en escena de las ceremonias litúrgicas en latín, están en su derecho y son dignos de respeto. Pero al papado no se le puede pedir más sin alterar su propia naturaleza…

ACCESO A PÁGINAS CONSUTADAS

ENCÍCLICARERUM NOVARUM 

LA VERDAD EN LA VIDA Y LA VIDA EN LA VERDAD

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHO HUMANOS

  EPÍLOGO

 El obispo emérito de Alcalá asocia la discapacidad con "el pecado" y "el desorden de la naturaleza"

EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA


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