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domingo, 28 de noviembre de 2021

LO SENCILLO ESTÁ EN TUS MANOS







 

"La teva absència fa més gran,

 el lloc que ocupes al meu cor.

 Per això el teu amor és igual als altres,

 però diferent de tots".


Traducción al catalán Joan Colomer 







Lo sencillo está en tus manos





Tu ausencia hace más grande,
el lugar que ocupas en mi corazón.
Por eso tu amor es igual a los demás,
pero diferente a todos.
Pedro Taracena

Anané dadi luwih gedhe,
Panggonan sampeyan Occupy ing atiku.
Supaya katresnan Panjenengan menika kaya wong,
nanging beda ing kabeh.
Pedro Taracena

La tua assenza diventa più grande,
il posto che occupano nel mio cuore.
Così il vostro amore è come gli altri,
ma diverso affatto.
Pedro Taracena

Your absence becomes larger,
the place you occupy in my heart.
So your love is like the others,
but different at all.
Pedro Taracena

Ваше отсуство станува поголем,
местото каде што сте го окупира во моето срце.
Така вашата љубов е како другите,
но различни на сите.
Петар Taracena

Jūsu trūkums kļūst lielāks,
vieta, kur jūs ieņemt manā sirdī.
Tātad jūsu mīlestība ir kā citiem,
bet atšķirīgs vispār.
Pedro Taracena

Skortur þín verður stærri,
staðurinn sem þú hernema í hjarta mínu.
Svo er ást þín eins og aðrir,
en mismunandi á öllum.
Pedro Taracena

आपकी अनुपस्थिति बड़ा हो जाता है
तुम मेरे दिल में कब्जा जगह।
तो अपने प्यार को दूसरों की तरह है,
लेकिन अलग सब पर।
पीटर Taracena

Tú as láthair thiocfaidh chun bheith níos mó,
an áit áitiú tú i mo chroí.
Mar sin, tá do ghrá ar nós na cinn eile,
ach éagsúil ar fad.
Pedro Taracena

Ketiadaan anda menjadi lebih besar,
tempat anda menginap di dalam hati saya.
Jadi cinta anda adalah seperti yang lain,
tetapi berbeza sama sekali.
Pedro Taracena

Η απουσία σου γίνεται μεγαλύτερο,
το μέρος που καταλαμβάνουν στην καρδιά μου.
Έτσι, η αγάπη σας είναι σαν τους άλλους,
αλλά διαφορετικά σε όλα.
Pedro Taracena

Jūsų nebuvimas tampa didesnis,
vieta, užima mano širdies.
Taigi jūsų meilė yra kaip ir kiti,
bet skiriasi ne visiems.
Pedro Taracena

Ị na-anọghị na-aghọ ibu,
ebe unu ogide na obi m.
Ya mere, gị ịhụnanya dị ka ndị ọzọ,
ma dị iche iche mgbe nile.
Pedro Taracena

თქვენი არყოფნის ხდება დიდი,
ადგილი უკავიათ ჩემს გულში.
ასე რომ, თქვენი სიყვარული, როგორიც სხვები,
მაგრამ განსხვავებული იყო.
Pedro Taracena

Ön távollétében nagyobb lesz,
a hely, akkor elfoglalni a szívemben.
Szóval a szerelem olyan, mint a többiek,
de eltérő egyáltalán.
Pedro Taracena

Lasa lehibe kokoa ny tsy naha-
mitana ny toerana ianao tao am-poko.
Koa ny fitiavana dia tahaka ny olon-kafa,
fa hafa mihitsy.
Pedro Taracena

Ваше відсутність стає більше,
місце, де ви займати в моєму серці.
Так ваша любов, як і інші,
але відрізняється взагалі.
Петро Тарас

Uw afwezigheid wordt groter,
de plaats waar u innemen in mijn hart.
Dus je liefde is als de anderen,
maar anders helemaal.
Pedro Taracena

Assenza tiegħek isir akbar,
il-post inti jokkupaw fil-qalb tiegħi.
Allura imħabba tiegħek huwa bħall-oħrajn,
imma differenti fil-livelli kollha.
Pedro Taracena

ההיעדרות שלך הופכת להיות גדולה יותר,
המקום שאתה תופס בלבי.
אז האהבה שלך היא כמו אחרים,
אבל שונה בכל.
פיטר Taracena

Uw afwezigheid wordt groter,
de plaats waar u innemen in mijn hart.
Dus je liefde is als de anderen,
maar anders helemaal.
Pedro Taracena



domingo, 21 de noviembre de 2021

EJERCICIO DE LA BUENA MUERTE DE LA IGLESIA CATÓLICA


EJERCICIO DE LA BUENA  MUERTE

"LETANÍAS DE LA BUENA MUERTE"

Jesús, Señor, Dios de bondad, Padre de misericordia, aquí me presento delante de Vos con el corazón humillado, contrito y confuso, a encomendaros mi última hora y la suerte que después de ella me espera.

Cuando mis pies, fríos ya, me adviertan que mi carrera en este valle de lágrimas está por acabarse; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mis manos trémulas ya no puedan estrechar el Crucifijo, y a pesar mío le dejan caer sobre el lecho de mi dolor; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mis ojos, apagados con el dolor de la cercana muerte, fijen en Vos por última vez sus miradas moribundas; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mis labios fríos y balbucientes pronuncien por última vez vuestro santísimo Nombre; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mi cara pálida amoratada causa ya lástima y terror a los circunstantes, y los cabellos de mi cabeza, bañados con el sudor de la muerte, anuncien que está cercano mi fin; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mis oídos, próximos a cerrarse para siempre a las conversaciones de los hombres, se abran para oír de vuestra boca la sentencia irrevocable que marque mi suerte para toda la eternidad; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mi imaginación, agitada por horrendos fantasmas, se vea sumergida en mortales congojas, y mi espíritu, perturbado por el temor de vuestra justicia, a la vista de mis iniquidades, luche con el ángel de las tinieblas, que quisiera precipitarme en el seno de la desesperación; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mi corazón, débil y oprimido por el dolor de la enfermedad, esté sobrecogido del horror de la muerte, fatigado y rendido por los esfuerzos que hubiere hecho contra los enemigos de mi salvación; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando derrame mis última lágrimas, síntomas de mi destrucción, recibidlas, Señor, en sacrificio de expiación, para que muera como víctima de penitencia, y en aquel momento terrible, Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mis parientes y amigos, juntos a mí, lloren al verme en el último trance, y cuando invoquen vuestra misericordia en mi, favor; Jesús misericordioso, tened compasión de mi.

Cuando perdido el uso de los sentidos, desaparezca todo el mundo de mi vista y gima entre las últimas agonías y afanes de la muerte; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando los últimos suspiros del corazón fuercen a mi alma a salir del cuerpo, aceptadlos como señales de una santa impaciencia de ir a reinar con Vos, entonces: Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mi alma salga de mi cuerpo, dejándolo pálido, frío y sin vida, aceptad la destrucción de él como un tributo que desde ahora quiero ofrecer a vuestra Majestad, y en aquella hora: Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

En fin, cuando mi alma comparezca delante de Vos, para ser juzgada, no la arrojéis de vuestra presencia, sino dignaos recibirla en el seno amoroso de vuestra misericordia, para que cante eternamente vuestras alabanzas; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Oración. Oh Dios mío, que condenándonos a la muerte, nos habéis ocultado el momento y la hora, haced que viviendo santamente todos los días de nuestra vida, merezcamos una muerte dichosa, abrasados en vuestro divino amor. Por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con Vos, en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.


San Miguel Arcángel

EJERCICIO DE LA BUENA  MUERTE



PERDÓN, ABUELA

Década de los sesenta

Por Pedro Taracena Gil

"Cuando mis pies, fríos ya, me adviertan que mi carrera en este valle de lágrimas está por acabarse; Jesús misericordioso, tened compasión de mí".

Este macabro, anacrónico y antihumano rito, nos lo hacían practicar los religiosos salesianos una vez al mes. Fuimos adolescentes que no habíamos comprendido ni una palabra del Catecismo de la Doctrina Cristiana del padre Ripalda, que habíamos aprendido al pie de la letra, cuando tomamos la Primera Comunión al cumplir los 7 años. Tampoco comprendimos que nos hicieran vivir los estertores de la muerte de forma tan súbita y temprana. Sembrando una sensación de pánico incomprensible a esa edad. Quizás fue una sinrazón difícil de explicar al margen del Nacionalcatolicismo imperante.

En aquellos días y estando inmerso de otra irracionalidad como fue la "puta mil" como otros la han llamado, mi abuela ya muy anciana en varias ocasiones, la familia fuimos alertados de que recibiera la Extremaunción. En aquellos momentos críticos yo tenía presente el nefasto ejercicio que preparaba al cristiano para el trance mortal. Tranquilizaba mi conciencia que mi abuela recibiera los Santos Óleos, la única de mis cuatro abuelo que yo conocí.

A modo de despedida, escribí esta especie de texto lírico. Que bien podía acompañarse con una melancólica lira, a modo de Réquiem. Estaba en el fondo del baúl de mis recuerdos... He sentido horror de haber escrito estos versos que amordazaron mis sentimientos más humanos, en aras de unos ritos medievales impuestos por la tiranía criminal reinante.

¡Perdón, Abuela!

MI ABUELA 


 Abuela, la vida se escapa

de tus manos, como figura de humo

desvanecida en el viento.

 

Tus pies ya torpes,

se encaminan a la tierra,

de donde Dios te sacó.

 

Abuela, Él te llama,

 ¿No oyes su llamar?

No te dé pena dejarme,

te vas con Él, pues más que

yo Él te ama.

 

Abuela no sientas

nostalgia por mí,

Él te lleva para posarte

en sus Eternas Moradas.

 

No sientas penas, abuela,

por esta vida que despides,

tan llena de inquietudes

con fatigas.

 

¿Abuela no sientes su

llamada? Dile que te ayude

a cruzar el pórtico

de tan barroco tránsito,

que Él con su Gracia puede.

 

Cuando todo tu ser,

¡Ay! Abuela, tiemble ante

el último escalofrío

que te producirá

el perdurable sueño,

clava tu mirada en Él

y tan sólo en Él.

¡Fiel esposo de tu alma!

 

Después, deja pasar,

Abuela, por tus labios

La débil paloma, descarnada

por el sacrificio expiatorio,

de tus pecados. Y en ese

preciso momento: ¡Dios mío!

Tened piedad de ella,

que es mi abuela.

 

Abuela, madre de mi madre.

Mi segunda madre. ¿No oyes su

llamada? Ve con Él,

que más que yo Él te ama.

 

Abuela, déjate llevar,

No sientas nostalgia por mí…

Pero espérame,

abuela, que yo,

en llegar no tardaré.

 

Abuela, ¿no sientes su llamada?

Es Él, quien te llama…

Parte ya mi querida abuela.

 

Pedro

Tu nieto

 


miércoles, 17 de noviembre de 2021

APÓSTATAS Y LIBREPENSADORES (FE Y RAZÓN, HUMANISMO, LIBERTAD Y CONOCIMIENTO): ENCUENTRO AHONDANDO


Pedro Taracena Gil

APÓSTATAS Y LIBREPENSADORES (FE Y RAZÓN, HUMANISMO, LIBERTAD Y CONOCIMIENTO): ENCUENTRO AHONDANDO

COMPOSICIÓN POÉTICA ANÓNIMA Tocar tu espalda y acariciarla suavemente. Arriba, abajo, a ambos lados. Abrazarte y buscar los pezones, girarte...



Tocar tu espalda y acariciarla suavemente.

Arriba, abajo, a ambos lados.

Abrazarte y buscar los pezones, girarte.

Y mirando tus ojos, besar los labios en una entrega salvaje.

Mientras noto tu palpitar y el latido de tu vientre.

Y el despertar de tu sexo sobre el mío.



Atraer tu cabeza para que el labio roce.

Y viva dentro de tu boca.

Acoplándose.

Y la lengua hurgue en tu cavidad, descubriendo el fondo.

Notando el calor que desprende la oquedad.

Y respirar al unísono, mientras aprieto tu cuerpo contra mí.

Y lentamente tumbarte, sin dejar de besarte.

Y recorrer con saliva todo tu cuerpo, entrando en cavidades,

salivando todo aquello que es penetrable.

Y así,

Lentamente,

Enhebrar y entrar hasta el fondo en tus huecos.

Y gozarte mientras notas.

La porción humana que nos une.

Y esperas que suavemente te encharque.

Para dejar dentro de ti, lo más íntimo,

Mientras muerdo tus lóbulos y tu nuca, marcando territorio, 

humanamente.


lunes, 15 de noviembre de 2021

ENCUENTRO AHONDANDO



COMPOSICIÓN POÉTICA ANÓNIMA

Tocar tu espalda y acariciarla suavemente.

Arriba, abajo, a ambos lados.

Abrazarte y buscar los pezones, girarte.

Y mirando tus ojos, besar los labios en una entrega salvaje.

Mientras noto tu palpitar y el latido de tu vientre.

Y el despertar de tu sexo sobre el mío.

Atraer tu cabeza para que el labio roce.

Y viva dentro de tu boca.

Acoplándose.

Y la lengua hurgue en tu cavidad, descubriendo el fondo.

Notando el calor que desprende la oquedad.

Y respirar al unísono, mientras aprieto tu cuerpo contra mí.

Y lentamente tumbarte, sin dejar de besarte.

Y recorrer con saliva todo tu cuerpo, entrando en cavidades,

salivando todo aquello que es penetrable.

Y así,

lentamente,

enhebrar y entrar hasta el fondo en tus huecos.

Y gozarte mientras notas.

La porción humana que nos une.

Y esperas que suavemente te encharque.

Para dejar dentro de ti, lo más íntimo.

Mientras muerdo tus lóbulos y tu nuca, marcando territorio, 

humanamente.




Narrador: Pedro Taracena Gil


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