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MI SUBIDA AL MONTE TÁNTRICO VI


Una historia de amor anónima


EL ASCENSO A MI PARTICULAR MONTE TÁNTRICO




Los rincones de mi SER 1

A esta jornada acudí cargado con una mochila llena de emociones. Si bien algunas ajenas a la hoja de ruta de Tantra, sin embargo, con vivencias tangenciales a las sensaciones y emociones conscientes. Pudiste comprobar en nuestra ya habitual entrevista preliminar, que traía algunas experiencias vividas por mí recientemente: 1ª La sorpresiva buena nota obtenida en una asignatura, otorgada por un catedrático, considerado por mí como muy conservador. Esto me hizo reflexionar sobre mi radicalización y la negación a priori, de que este docente fuera a considerar mi Trabajo fin de Curso, con objetividad y distancia didáctica y pedagógica. 2ª Los acontecimientos sufridos por mi familia y la cohesión y buena armonía que existe entre los miembros para superar accidentes e incidentes. Sobre todo mi inquietud de  conservar mi salud, para alejar de mí la dependencia y seguir prestando ayuda a los demás. Y la 3ª experiencia he tratado de redactarla como sigue:

UN RELATO INSÓLITO EN EL UNIVERSO DE LAS EMOCIONES





Los rincones de mi SER 2

Mi estado de ánimo me sugiere que este episodio lo enmarque como una etapa atípica, en el camino que hace tiempo emprendí para ascender a la cumbre de mi particular monte tántrico. “Conocerse a sí mismo y conocer a los demás no esuna tarea fácil de realizar”. Más aún si se trata de personas habitualmente atrapadas en su propia civilización, mentalidad y vivencia. Dos hombres se encuentran en el camino de la vida procedentes de dos mundo diferentes. Oriental y Occidental. Culturas judeocristiana y sintoísta-budista. Uno japonés y el otro español. Para centrar el relato, el hispano soy yo. Autor de este relato.
Dos hombres que tienen en común su vocación periodística y que cursan estudios de Humanidades, en las respectivas Universidades de Mayores  de Madrid y de Fukuoka-Shi Japan. El japonés es formador de periodistas del periódico local de su ciudad y el español es bloguero autónomo desde Madrid. Estos dos hombres acercan distancias tratando de superar las grandes dificultades que les separan con el idioma, vehículo fundamental para la comunicación. No obstante desde el principio valoré mucho el esfuerzo que este colega hizo para conocer mi lengua. Este grupo de estudiantes superaban todas y todos los 65 años y estudiaban Lengua Española y Cultura y Civilización Hispánicas. Utilizan signos de escritura diferentes, construcción de frases con enfoques, giros y modismos japoneses. Hay que valorar que su profesorado de español también es japonés.
He de confesar que el viaje a España estaba impulsado por la pasión que sentía por Picasso y su Guernica. Por El Prado y sobre todo por Goya y El Greco. También por el Thyssen Bornemisza. Pero el deseo de compartir emociones hizo saltar por los aires todos los inconvenientes y parásitos de la comunicación. Estos dos hombres él y yo, es decir nosotros, intuíamos y percibíamos que nuestras afinidades traspasaban todas las fronteras de la “incomunicación”. Y descubrimos que aquello que deseábamos compartir se encontraba en el fondo del ser humano, y que la espontaneidad del lenguaje corporal superaba y anulaba los prejuicios y los complejos, que ambas culturas hubieron establecido con la complicidad de los idiomas japonés y español, y con la traducción de las palabras en un sentido y en otro.
Estos dos hombres, es decir él y yo, nos dejamos llevar por el deseo que el uno descubrió en el otro. Nuestros cuerpos compartieron la grandeza de la desnudez cuando las voluntades se abandonan en brazos de la libertad y el amor. Todo fue como muy ancestral. Desde siempre nuestros cuerpos estaban esperando aquellos momentos de gozo y de alegría. El japonés es desenfadado y de sonrisa fácil. Y nuestras risas y carcajadas fueron muy auténticas. Dos aspectos me resultaron muy divertidos. Que llegara al aeropuerto con una pequeña mochica y una especie de babero donde guardaba la documentación y el dinero, y que yo le preguntara por el equipaje para prestarle mi ayuda. Nos reímos mucho. Delante del Guernica a él y a sus compañeros, en la sala donde se custodia la obra de Picasso, los celadores les prohibieron hacer fotos. Acto seguido todos sacaron una libreta y pude contemplar a la velocidad que hacían bocetos después de parcelar imaginativamente el gigantesco cuadro.
Los dos estábamos casados, los dos habíamos descubierto el deseo, los dos sabíamos y éramos conscientes de que vivíamos instantes, quizás irrepetibles, pero muy felices y preñados de verdad. Cuerpos vibrantes, conscientes, deseosos y ardientes. Nosotros utilizamos un supralenguaje. Él y yo, ambos  descubrimos que entre un oriental y un occidental, un japonés y un español, conservamos el lenguaje ancestral del hombre primitivo, animal, natural, sensual, sexual, erótico, pornográfico e impúdico. Nuestro lenguaje verbal cuanto más primitivo y parco, era más erotizante y profundo. Reímos mucho durante los tres encuentros que tuvimos. Hasta creo que fabricamos una jerga que expresaba nuestras emociones y sentimientos, con el propósito de excitar y agradar al otro. Ahora la extrañeza, la añoranza y la nostalgia nos aportan sensaciones y emociones muy positivas. Si en la intimidad para expresar sus momentos de clímax, exclamaba ¡No quiero volver a Japón! Ahora me dice: ¡Quiero ir a España!
Es evidente que el idioma no verbal y corporal superó con creces la expresión escrita. Ésta corrobora que no todas las emociones quedan expresadas con la misma intensidad.

VIVENCIA DE LA ETAPA TÁNTRICA PROPIAMENTE DICHA



Los rincones de mi SER 3

El tormento del éxtasis.
Dolor y placer.
El misticismo de lo carnal.
¡Una obra de arte!

Si vuelvo la cabeza hacia el tiempo clausurado, lo conseguido durante la sesión  de este día, ha sido: ¡UNA OBRA DE ARTE!
Sin duda es el resultado de haber  cambiado la semántica de las palabras y el significado los conceptos:
Es preciso verbalizar las emociones por frívolas y obscenas que parezcan: lo impúdico, lo deshonesto, lo erótico, lo sexual, lo sensual, lo inmoral, lo pornográfico, lo concupiscente,  el deseo carnal... Todas estas emociones y sensaciones cambian de signo de negativo a positivo, porque rompen el paradigma de la influencia religiosa. Prevaleciendo la razón, la libertad, la igualdad, la alegría y la donación.
Hablando en Román Paladino como te gusta que yo me exprese, te diré que han llegado a mi plano consciente muchas sensaciones y emociones, y éstas han llegado para quedarse… Aunque vayan siendo verbalizadas poco a poco. Sin posibilidad de retorno a la rigidez del pasado.
Tú y yo hemos acortado distancias y hemos roto el esquema de la gama de trabajo profesor-alumno o bien terapeuta-paciente. Es verdad que tú sigues siendo mi guía pero también es cierto que al mismo tiempo que me has marcado pautas, también me has permitido licencias. Has conseguido que me concentre y me tranquilice y sosiegue. Has flexibilizado muchas partes de mi cuerpo que estaban anquilosadas.  Al mismo tiempo has estimulado y excitado zonas erógenas en todos los rincones y recovecos de mi ser. Llegamos a cierto grado de intimidad sin perder la distancia funcional cuando te respondí que me sentía como una “obra de arte”. Plenamente satisfecho y con mayor atrevimiento para abordar la espontaneidad y la verbalización de las emociones.
Sí, has provocado en mí “el deseo”. Eros ha hecho acto de presencia entre nosotros. La técnica, la didáctica incluso la pedagogía, han dado paso a la espontaneidad y al deseo sensual, sexual, erótico y seductor. Sin duda has hecho vibrar mi cuerpo provocando una especie de “tormento del éxtasis”. Explosión del binomio “dolor-placer”. El misticismo de lo carnal.
Me dejaste un tanto pensativo cuando me anunciaste que yo estaba a punto de comenzar la búsqueda del camino de la transcendencia. Tus exposiciones son sabias pero entiendo mejor el lenguaje de los sentidos que todo aquello que transciende lo tangible. Pero en este camino que he emprendido no deseo renunciar a nada.
Como sabes este texto que escribo de cada sesión, lo abordo después de que las sensaciones se hayan sedimentado pasados algunos días. Cuando retomo el tema, quiero encontrar las palabras más exactas para contarte lo que sentí, sobre todo en la segunda parte de nuestra última sesión. Fui consciente de que deseaba celebrar contigo un acto sublime de adoración fálica. Lograste provocar en mí una excitación erótica completa. Acariciarte, mirarte, morderte y sobarte fueron manifestaciones del mismo deseo. Deseaba engrandecer tu miembro viril con mis manos, y mi boca, incluso la punta de mi lengua y mis labios; comprobando que el grado de dureza era como una oración carnal y mística a la vez. No me salían las palabras pero deseaba gritarte más que decirte que me estabas poniendo muy caliente. Tus jadeos y resuellos me hicieron responderte con abrazos y caricias buscando el roce y el contacto de tu polla buscando mi culo y entrepierna. Acariciarte tus dos ingles a la vez, caderas y glúteos me hizo vivir emociones de alegría y mucho placer. Si en la sesión anterior llegué al éxtasis, en ésta viví una enajenación total encerrándome contigo en el sancta sanctorum de tu intimidad fálica. Fue mi deseo compartir contigo la más bella y placentera de mis respuestas. Un momento impúdico y erótico. Anhelé y conseguí que tu polla electrizara  sexualmente todas las parte de mi cuerpo, allí donde entrara en contacto. ¡¡Muchas gracias!!




Los rincones de mi SER 4



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