Por Pedro Taracena Gil
Quizás sea una de la elecciones más preñada de subjetividad. Tanto desde el punto de vista social como particular. Habría que contemplar dos planos muy definidos, el íntimo con la libertad que otorga la privacidad y las circunstancias que rodean a cualquier evento relacionado con la sexualidad. Pautas sociales, culturales, éticas, morales, religiosas y antropológicas. Todas ellas constituyen el universo de sensibilidades donde no siempre el individuo actúa en libertad, ajeno a prejuicios y complejos impuestos por sus ancestros, unos lejanos y otros más próximos.
El objetivo de este espacio contiene una proposición para que el internauta que navegue por esta página, trate de comprobar si sus prejuicios y complejos, distorsionan y en qué medida, su criterio albergado en su privacidad. Discernir aquello que nos dicta nuestro libre albedrío. Voluntad no gobernada por la razón, sino por el apetito, antojo o capricho. Y analizar qué criterios hacemos nuestros pero que son claramente impuestos por el entorno.
Para ello presentamos más abajo la obra de tres fotógrafos que nos pueden servir para analizar la forma de tratar el tema de la sexualidad. Bajo el título de El Príapo este enlace nos traslada a la cultura de los clásicos.
A blog of male purity
A blog of male purity
ROBERT MAPPLETHORPE
ANTONIO SALAZAR
Apuntes para un ensayo
Si hay un color para describir la pasión, el erotismo o, por qué no, la pornografía, ése es el rojo. Por eso, en la novela gráfica Rubor sus páginas se tiñen de esta tonalidad para contar pequeñas historias en las que se vuelve a abordar una temática que en la Transición española vivió un boom editorial. Aunque sean pocos ya los que recuerden cabeceras como María la Nuit, Vampirella, Lucifera o Nazario, grandes protagonistas del cómic erótico y sexual en nuestro país en la década de los 80, este género sigue interesando y así lo ha puesto de manifiesto la editorial La Cúpula con la publicación de Rubor, una obra colectiva coordinada por el ilustrador Jordi Pastor. Explícito en muchas viñetas y sinuoso en otras tantas, el "rubor" que pretende provocar cada una de las doce historias de las que está compuesto el libro va subiendo de tonalidad por expreso deseo de sus creadores. En 'Rubor' hay erotismo heterosexual, homosexual, "fetichista"... Tanto es así, como confirma a Efe Pastor, que el orden de las historias se decidió "por el grado, más o menos, de pornografía", porque sí, porque en Rubor la línea que separa el erotismo de la pornografía es "muy fina", al igual que "en la vida". "Queríamos que la curva del erotismo, hasta llegar a la pornografía, fuera subiendo hasta llegar a la historia de Danide y después bajara hasta acabar con la historia de Corominas, que hace una reflexión muy bonita sobre relaciones sexuales", cuenta Pastor sobre algunas de las narraciones de esta novela gráfica a la que "no quiere" clasificar con "uno, dos o tres" rombos. "El rombo se lo tiene que poner el lector, sería muy osado poner rombos ya que el grado de erotismo, o pornografía, lo decide el mismo lector. Cada persona puede ver la historia de una manera y eso también es muy divertido, ver los diferentes grados de rubor que puede tener el lector", añade. "No herir sensibilidades" En este sentido, y como explica el coordinador de esta lectura "sólo para adultos", los doce autores no han sufrido ningún tipo de "veto" a la hora de publicar cada una de sus creaciones. Y, dato a resaltar, como así lo hace Pastor, es que en los casos de Carmen Segovia o Candela Ferrández, "nunca se habían enfrentado a la temática erótica". Junto a ellas, y Corominas y Danide y, también presentes en Rubor, Artur Laperla, Sergi Puyol, Martín Pardo, Giulia Sagramola, Alexis Nolla, Martín Pardo y Marcos Morán, todos habituales del blog de temática erótica Shoo-Bop, de donde nació la obra. Todos ellos, expertos o no en este género, lo que han hecho en este "cómic subido de tono" ha sido abordar la sensualidad, la sexualidad, la pasión o el erotismo con viñetas que no hieren sensibilidades y que cuentan historias dirigidas a todas las tendencias sexuales. "No escogimos a los autores pensando en qué tendencia sexual tendrían o el tipo de historia que abordarían. Son historias muy diferentes entre sí y que tocan muchos temas dentro del mundo del erotismo o la pornografía y eso nos llenó mucho de orgullo, fue todo una sorpresa", puntualiza haciendo referencia al hecho de que en Rubor hay erotismo heterosexual, homosexual, "fetichista"... Y es que, como reconoce, en el sexo "lo que para uno es normal" para otro puede ser motivo de escándalo. El caso es que este libro de tinta roja y anaranjada viene a significar un resurgir a lo grande de este género.
erotismo.
pornografía.
Carácter
obsceno de obras literarias o artísticas.
Obra
literaria o artística de este carácter.
Tratado
acerca de la prostitución.
obsceno, na.
Impúdico,
torpe, ofensivo al pudor. Hombre, poeta obsceno. Canción, pintura
obscena.
pudor
honesto, ta.
Decente o
decoroso.
Recatado,
pudoroso.
Razonable,
justo.
'Rubor', el cómic que se debate entre la delgada línea que separa el erotismo de la pornografía Viñetas del cómic 'Rubor' (Imágenes facilitadas por la editorial) 'Rubor' es una obra colectiva de una docena de autores, coordinada por el ilustrador Jordi Pastor. "El rombo se lo tiene que poner el lector ya que el grado de erotismo o pornografía lo decide el mismo lector". Es "sólo para adultos" y los doce autores no han sufrido ningún tipo de "veto" en sus creaciones. ECO Actividad social ¿QUÉ ES ESTO? 60% 6 0 651 78 3 EFE. 17.02.2015 - 14:22h
Si hay un color para describir la pasión, el erotismo o, por qué no, la pornografía, ése es el rojo. Por eso, en la novela gráfica Rubor sus páginas se tiñen de esta tonalidad para contar pequeñas historias en las que se vuelve a abordar una temática que en la Transición española vivió un boom editorial. Aunque sean pocos ya los que recuerden cabeceras como María la Nuit, Vampirella, Lucifera o Nazario, grandes protagonistas del cómic erótico y sexual en nuestro país en la década de los 80, este género sigue interesando y así lo ha puesto de manifiesto la editorial La Cúpula con la publicación de Rubor, una obra colectiva coordinada por el ilustrador Jordi Pastor. Explícito en muchas viñetas y sinuoso en otras tantas, el "rubor" que pretende provocar cada una de las doce historias de las que está compuesto el libro va subiendo de tonalidad por expreso deseo de sus creadores. En 'Rubor' hay erotismo heterosexual, homosexual, "fetichista"... Tanto es así, como confirma a Efe Pastor, que el orden de las historias se decidió "por el grado, más o menos, de pornografía", porque sí, porque en Rubor la línea que separa el erotismo de la pornografía es "muy fina", al igual que "en la vida". "Queríamos que la curva del erotismo, hasta llegar a la pornografía, fuera subiendo hasta llegar a la historia de Danide y después bajara hasta acabar con la historia de Corominas, que hace una reflexión muy bonita sobre relaciones sexuales", cuenta Pastor sobre algunas de las narraciones de esta novela gráfica a la que "no quiere" clasificar con "uno, dos o tres" rombos. "El rombo se lo tiene que poner el lector, sería muy osado poner rombos ya que el grado de erotismo, o pornografía, lo decide el mismo lector. Cada persona puede ver la historia de una manera y eso también es muy divertido, ver los diferentes grados de rubor que puede tener el lector", añade. "No herir sensibilidades" En este sentido, y como explica el coordinador de esta lectura "sólo para adultos", los doce autores no han sufrido ningún tipo de "veto" a la hora de publicar cada una de sus creaciones. Y, dato a resaltar, como así lo hace Pastor, es que en los casos de Carmen Segovia o Candela Ferrández, "nunca se habían enfrentado a la temática erótica". Junto a ellas, y Corominas y Danide y, también presentes en Rubor, Artur Laperla, Sergi Puyol, Martín Pardo, Giulia Sagramola, Alexis Nolla, Martín Pardo y Marcos Morán, todos habituales del blog de temática erótica Shoo-Bop, de donde nació la obra. Todos ellos, expertos o no en este género, lo que han hecho en este "cómic subido de tono" ha sido abordar la sensualidad, la sexualidad, la pasión o el erotismo con viñetas que no hieren sensibilidades y que cuentan historias dirigidas a todas las tendencias sexuales. "No escogimos a los autores pensando en qué tendencia sexual tendrían o el tipo de historia que abordarían. Son historias muy diferentes entre sí y que tocan muchos temas dentro del mundo del erotismo o la pornografía y eso nos llenó mucho de orgullo, fue todo una sorpresa", puntualiza haciendo referencia al hecho de que en Rubor hay erotismo heterosexual, homosexual, "fetichista"... Y es que, como reconoce, en el sexo "lo que para uno es normal" para otro puede ser motivo de escándalo. El caso es que este libro de tinta roja y anaranjada viene a significar un resurgir a lo grande de este género.
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