"…Y cuando de belleza se trata, no distingo entre géneros"
WEB DE JAM MONTOYA
JAM MONTOYA
Por Pedro Taracena Gil
No gozarás
Las tres religiones monoteístas que han dado base y forma a la llamada civilización occidental, tienen en La Biblia, La Torá y El Corán su código de creencias y de conductas. Aquello que se debe creer y los mandamientos que se deben observar y cumplir. Sendas creencias son creacionistas. Es decir, Dios creó el mundo y por supuesto al hombre. Y los creó hombre y mujer para que pudieran cumplir su mandato: “Creced y multiplicaos”. De esta forma les marcó el camino de la procreación. Y de igual forma les dijo: “Henchid la tierra y dominadla”. Tenían dos aspectos de la vida garantizados: La procreación y la subsistencia. El pueblo hebreo, cristiano y mahometano, transcurren a través de la historia permaneciendo fieles al uso del sexo sólo para la procreación. Su estructura tribal da paso a diferentes formas de concebir la familia: Desde la bigamia a la poligamia. Siendo más celosos con su casta, los hebreos y musulmanes. A pesar de que el sexo es un tema tabú y está excluido su uso si no es para la perpetuidad de la especie, es vedad que la debilidad humana les ha llevado a trasgredir las normas en todas sus formas: Incestos, adulterios, sodomía, masturbación y todos los apetitos carnales inherentes a la naturaleza del hombre y la mujer. Han pasado miles de años y el núcleo más ortodoxo de las tres religiones monoteístas, siguen considerando el sexo como algo negativo y perverso. El Dios de las tres comunidades religiosas, les exige sacrificios y renuncias en este mundo porque la verdadera felicidad y el premio está en el más allá. Aunque los cinco sentidos del ser humano le proporcionen gozo, placer y satisfacciones relacionadas con el mirar, el perfume, la degustación de manjares, escuchar la melodía de la naturaleza y acariciar al ser querido, todos ellos están prohibidos si, satisfechas las necesidades, se abusa de ellos. El sexo, sin embargo es un medio, jamás un fin. Es un pecado, nunca un derecho. El Dios que marca la vida de tantos millones de seres humanos, tendría que haber declarado expresamente, que el mandamiento que hace más meritoria su vida de abstinencia sexual, es el de “No gozarás”. Este precepto implícito responde y explica la ausencia del sexo en la vida del creyente. Cuanto más avanza la humanidad, menos adhesión tiene esta doctrina. Sobre todo en el llamado primer mundo. Los estados se organizan democráticamente como si dios no existiera. El reino de este Dios no es de este mundo. Y usando la razón el precepto “No gozarás”, tampoco.
LOS CULOS
Texto anónimo por voluntad de su autor
Es una parte de la anatomía del hombre que a mi particularmente me parece bellísima. Son las puertas del paraíso. Una curva perfecta que conduce a un misterio sublime. Todo el hombre me parece erótico per se, pero las nalgas son las manzanas más ricas que podemos comer, tocar, besar, lamer, disfrutar, admirar, beber, explorar y perdernos en ellas…
ADRIÁN RODRÍGUEZ Y SU NOVIA
SENSUALIDAD Y SEXUALIDAD