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EL COÑO DE LA BERNARDA
Suele utilizarse expresiones como ‘Eso parece el coño de la Bernarda’ o ‘Esto es como el coño de la Bernarda’ para referirse a un lugar o suceso de mucho barullo y personas e incluso donde cada uno opina una cosa diferente.
Y es que esta expresión, fiel a su significado, también tiene un buen barullo detrás para poder encontrar cuál es su verdadero origen. Debo reconocer que, en los diez años que llevo escribiendo este blog, este es uno de los posts que más tiempo me ha tenido entretenido buscando y rebuscando sobre el origen de esta famosísima expresión debido a que son muchísimas las fuentes e historias que corren por ahí, siendo la mayoría de ellas simples invenciones, ya sea porque se encuentran en alguna página de humor, forme parte de una novela de ficción o simplemente quien la escribió mezcló contenidos de varios sitios, haciendo finalmente un batiburrillo de informaciones (la mayoría de ellas inexactas o erróneas).
Cabe destacar que, tras una exhaustiva búsqueda de información, no se puede asegurar que la mencionada ‘Bernarda’ existiera en realidad, ya que parece ser más fruto de antiguas leyendas e historias que muy posiblemente se fueron transmitiendo oralmente y, sobre todo, no se sabe con certeza dónde surgió ya que según cada fuente se la ubica en un lugar diferente.
Nos podemos encontrar que hay quien señala que la tal Bernarda vivió en Granada (unos dicen que en Atarfe y otros en la ficticia Artefa) durante el siglo XVI y que se ganaba la vida como ‘santera’, siendo capaz de conseguir curar múltiples dolencias con el solo hecho de introducir la mano dentro de su vagina. Según esta historia, parece ser que había una gran peregrinación y muchos eran los que la visitaban para sanarse.
También hay quien la sitúa en Ciudad Real (en los alrededores de Sierra Morena), coincide en siglo y profesión (santera), pero en lugar de curar personas sanaba animales de los pastores y lo hacía, también, dejándose tocar su sexo (lo que no se especifica es quién tocaba dichas partes, si los pastores o los animales).
Algunos de los relatos sobre el posible origen de esa mujer habla sobre la aparición milagrosa de ‘San Isidro labrador’, en unos casos a la propia Bernarda y en otros en sueños a un tal Aurelio del Alto Otero (personaje del que no he encontrado referencia alguna que no esté vinculada con esta historia).
Según esta leyenda, tras el fallecimiento de Bernarda, tiempo después fue desenterrada y lo único que quedaba intacto de ella era su ‘santo coño’, por lo que fue llevado hasta la iglesia del pueblo y lo colocaron dentro de una urna de oro para que fuese venerado por todos los peregrinos que hasta allí acudiesen. Evidentemente todo esto tiene más apariencia de ser un mito que algo que pueda haber sucedido realmente.
Entre la amalgama de posibles orígenes algunos son los que dicen que Bernarda era morisca y otros directamente musulmana. Incluso podemos encontrar quién asegura que era hija de un rey musulmán llamado Aben Humeya.
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