Vistas de página en total

jueves, 19 de abril de 2018

LA ESPAÑA CATÓLICA DE SIEMPRE



En mayo de 1998, durante el Congreso Internacional de los Movimientos Eclesiales, el papa Juan Pablo II oficializó en Roma el apoyo del Vaticano a estas congregaciones. Fue un punto de inflexión para los grupos ultracatólicos, la baza que el pontífice jugó para hacer resurgir el catolicismo que, poco a poco, se iba diluyendo. Wojtyla había comenzado a formar un auténtico ejército vaticano.
Mientras, en España, el entonces presidente del gobierno, José María Aznar, se apoyó también en estas comunidades para impregnar a la sociedad española de un aire neoconservador. Les devolvió los favores en forma de subvenciones públicas que, a día de hoy, aún son el principal sustento de estos grupos. Su fuerte vocación de poder ha provocado que todas estas congregaciones hayan copado las instituciones políticas, religiosas, financieras o educativas. Mediante el eufemismo del “humanismo cristiano”, se han dedicado a hacer proselitismo de los dogmas de la Iglesia.


LA ESPAÑA ULTRA CATÓLICA  ULTRA DERECHA Y DEL NACIONALCATOLICISMO









No hay comentarios:

Publicar un comentario