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martes, 3 de diciembre de 2019

LA CASTA Y LA CAZA



El Gobierno andaluz de PP y Cs tramita el expediente para que las rehalas y las monterías sean consideradas BIC por su "interés cultural, social, medioambiental y económico"

La Junta de Andalucía está a punto de aprobar que la montería, una modalidad de caza, sea considerada Bien de Interés Cultural (BIC), lo que hará que tenga preferencia para su “difusión, y concesión de subvenciones y ayudas públicas”. El Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos promovió el expediente de protección al poco tiempo de llegar al poder, y este reconocimiento se tramita ahora en la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico.


El 81% del suelo de Andalucía tiene uso cinegético, por encima de la media nacional, que se sitúa en el 71%. La comunidad andaluza celebra más de 2.000 eventos cada año para cazar ciervos, jabalíes, muflones y corzos. “Unas 1.500 son monterías organizadas por las sociedades de caza de los pueblos, que gestionan unas 500.000 hectáreas de monte de titularidad pública”, explica José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza (FAC), en declaraciones a El Mundo.

El resto pueden ser monterías más elitistas, en las que los participantes pagan entre 100 y 10.000 euros por cazar en espacios reducidos y con un alto número de animales, para garantizar que se cobran piezas. La FAC, en un dossier enviado a la Consejería de Cultura, señala que la montería se integrará como actividad de interés etnológico por su carácter de “rito, delimitación de un tiempo y un espacio distinto al cotidiano, formalismo en la acción, definición de roles y repetición de actos”.


La montería es, a su vez, “una actividad masculina dentro de un ambiente de fuerte virilidad”, como recoge el dossier, que también alberga el concepto de noviazgo, una especie de rito de iniciación, “ahora más bien humorístico y entre jóvenes”, que sufre el montero primerizo, como la colocación en la cabeza de las tripas del animal abatido.

La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, que inició hace meses el procedimiento de incoación para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural (BIC), de las rehalas y de la montería, destaca que son actividades de interés etnológico con incidencia “social, cultural, económica y medioambiental en la mayor parte del espacio geográfico de Andalucía, sobre todo en el ámbito rural”.

La Junta define las monterías como “aquellas actividades cinegéticas practicadas por las sociedades deportivas cuyos integrantes cazan regularmente en su propio coto de caza mayor, desarrollando una actividad promovida sin fines de lucro por un colectivo integrado en una asociación de carácter voluntario, formalmente constituida y registrada”. De las rehalas dice que son “la jauría o agrupación de perros de caza mayor, cuyo número oscila entre 14 y 24, pero en su definición es clave la relación que se establece entre el rehalero y sus perros para la eficacia y el sentido de la actividad que desempeñan durante las monterías”.

LA CASTA Y LA CAZA


Editor: Pedro Taracena Gil


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