EL ADN DEL FRANQUISMO
Con la muerte del general Franco
desapareció un traidor a la República, un golpista sanguinario provocador de la
Guerra Civil y un dictador genocida. Con el fallecimiento del Caudillo de España que lo
fue por la Gracia de Dios, con él, desapareció un criminal reconocido por la
Historia y sin embargo amnistiado por sus lacayos y secuaces, con la
complicidad de La Casta; sumiendo a España en una amnesia dejando impunes sus
crímenes de lesa humanidad, ante el escándalo del mundo y la vergüenza
nacional. La bien denominada casta que
consensuo la mal llamada modélica
transición, traicionó al pueblo español en aras de evitar una involución, auténtica
falacia, que perdura hasta nuestros días. Demasiados años viviendo en la mentira,
sin Memoria Histórica.
Con la muerte del sátrapa, lejos
de que su perversión desapareciera de la faz de la tierra, su envenenado
testamento fue legado al pueblo español, tutelado por el Ejército, la Iglesia,
los Caciques, el Capital y los mal llamados demócratas
venidos de la diáspora, el exilio y las cárceles. La Historia ha demostrado que
las cesiones que se hicieron al franquismo, no sirvieron para su conversión y
mucho menos para su desaparición.
Estamos siendo testigos de los
últimos estertores del último gobierno franquista. Pero aunque pierdan el poder
los herederos legítimos de Franco, el ADN del franquismo, del falangismo y del nacionalcatolicismo,
siguen en los genes del Partido Popular. El antídoto para acabar con este
peligro que ha envenenado los últimos 80 años de Historia de España, pasa por unas
medidas de emergencia nacional: Denuncia de los Acuerdos con la Santa Sede,
dando paso a un Estado laico; derogación de la nefasta ley Wert; volviendo a la
ley de interrupción del embarazo tal cual se legisló por el gobierno socialista;
derogando la ley Mordaza; restauración del principio de Justicia Universal;
volviendo a la Sanidad Universal y dando prioridad a la Educación pública. Todas
estas leyes están directa o indirectamente ligadas al nacionalcatolicismo y al
concepto de Orden Público del más genuino franquismo.
El Movimiento 15-M y las
fuerzas progresistas van a estar presentes en las instituciones. En el Congreso
de los Diputados el PP está en minoría. Ha llegado la hora de que franquismo y corrupción lleguen al fin
de su nefasto camino. Los verdaderos heraldos de la democracia serán las redes
sociales. Para los voceros y boceras del
régimen del 78, ya nada será igual…
IMÁGENES AGÓNICAS DEL FRANQUISMO Y DEL NACIONAL-CATOLICISMO
El dedo divino de Rajoy
HEMEROTECA
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