Por Pedro Taracena Gil
Periodista
He
visto con mucha atención el vídeo de Álvaro Reyes, CÓMO Y CUÁNDO TOCAR A UNA MUJER, que sin duda es una obra
maestra de un preparador personal. Ha creado un texto muy pedagógico conducido con
una visión didáctica muy práctica y accesible. Huye del machismo con el cual
ilustra su portada, un tío que desde la prepotencia del que va
conduciendo su vehículo, le agarra el culo a una tía que lleva unos pantalones vaqueros
muy sexi.
Sin
duda es una lección magistral. Un alarde de saber planificar una secuencia
práctica, para gestionar las emociones que se producen entre una mujer y un hombre.
Técnicas de aproximación, intimación y seducción. Para saber abordar y moverse
en un clima agradable, huyendo de parecer patoso, descortés, acosador o
simplemente mal educado. Tratando en todo momento de salvar los complejos que
pudieran existir y los prejuicios de se deben de intuir y saber disipar. En
resumen un seductor del siglo XXI. Simpático, atractivo, sensual, sexual y
hasta elegantemente erótico.
Álvaro
Reyes hace extensible, en un alarde de naturalidad, aplicar estas técnicas para
relacionarse, entre hombres y mujeres y entre personas en general. Bien es
verdad que cuando habla de este tipo de relaciones, siempre se dirige al hombre
como el sujeto que toma la iniciativa, hacia una mujer u hacia otro hombre. Entre jóvenes que desean encontrar la amistad en todos sus grados de
intensidad. Siempre en base al contacto físico.
Como
hombre me he puesto en el lugar de Álvaro y también a través de la empatía, en
lugar de otro hombre y de una mujer. El experimento me ha funcionado. La mujer
acepta con agrado este tipo de ligón.
Respetuoso, tierno, cariñoso y dulcemente tocón. Y otro hombre también admite
los besos amicales en la mejilla, el apretado del abrazo consciente y la conducción
tomando por el brazo a un amigo al pasear juntos. Sin duda los hombres en la
actualidad hemos roto el rígido protocolo impuesto, de que los hombres debían de
mantener una cierta distancia, donde no cupieran
emociones naturales. Si el peluquero te da un masaje con maestría en el cuero
cabelludo, mientras te lava la cabeza, lo normal es que sientas una voluptuosidad natural.
Pero
la misma empatía que he utilizado para entender el rol de hombre, con otro
hombre y con una mujer, he observado y analizado que Álvaro Reyes otorga al
hombre la exclusividad de la iniciativa. Quizás no haya investigado cuál es la
actitud y aptitud de la mujer del siglo XXI en este tema. Es decir, el hombre
en el eterno papel de activo y la mujer en el pasivo. Sus consejos sólo evitarían el
acoso y los malos modales, pero no establece una cualidad primordial que es la
Igualdad de género. ¿O es que pensamos que a las mujeres les está vetado expresar sus sentimientos,
sensaciones y emociones a los hombres?
La
modelo que pacientemente le acompaña en el vídeo, presenta una imagen que nada
tiene que ver con una joven del siglo XXI. Que quizás sea víctima de acoso a
través de las redes sociales o quizás través de su propio móvil. Es difícil
comprender que el acosador del móvil, escuche la lección magistral del perfecto
galán seductor, que con toda su buena voluntad y maestría didáctica ha
pretendido el autor del vídeo.