HEMEROTECA VIVA
ZORRERÍAS Y MAMANDURRIAS
Por Pedro Taracena Gil
Carta abierta a la cazatalentos
Aguirre liberal y resentida.
Excelsa y noble señora: No hace
mucho tiempo que me insultaste, cuando me encontraba en compañía de no pocos españoles,
reivindicando en un recinto universitario la Memoria Histórica de las víctimas
del franquismo, con el Juez Garzón como personalidad principal del evento. Nos
dedicaste uno de tus exquisitos y abundantes bodrios expresivos, por no
denominarlos venenosos exabruptos. Muy abundantes en tu jerga política y
chabacana: “Aquelarre de carcamales resentidos”, así fue tu insulto, y tú misma
te descalificaste. Ahora encuentro gozo en devolverte la afrenta, ya que
siempre has estado en la arena de lo vulgar. Celebro que hayas huido del
aquelarre del Tea Party madrileño, huyendo con la astucia del animal político
más sagaz. Tu resentimiento te aleja del fuego, aunque tú hayas sido la
pirómana. Pero tienes que aceptar que tú también has alcanzado la categoría de
carcamal. Aunque tu retirada de la vida pública ha sido voluntaria, muchos
ciudadanos lo hemos celebrado porque nunca estuviste a la altura de representar
al Estado en la Comunidad de Madrid. El colmo de la falacia ha sido la puesta
en escena de tu pretendido fichaje como cazatalentos. No te engañes ni
pretendas engañar a nadie. Tú eres lo más alejado de lo que en el mundo
empresarial internacional se denomina como headhunters.
No, señora Aguirre, no. Tú has entrado en el mundo del tráfico de influencias, que
no es lo mismo. Ninguna empresa seria que verdaderamente se ocupe de buscar
innovadores, creativos, científicos, expertos en trabajar en equipo y sobre
todo líderes del progreso, la ciencia y el comercio, te buscaría. Tú no eres
nada de eso. Has sido una política astuta, sagaz con bastante mala educación,
en el fondo y en las formas. Las mayorías absolutas que te han dado los
madrileños no te han otorgan valores que no tienes. No vivas engañada. Ya no
tienes el poder y el poco que te queda está en libertad vigilada. A partir de
ahora que tú has sido la cazada, ya puedes abrir un turno de entrevistas con
todos los que han sido tus secuaces o esbirros en el mundo empresarial, que
tanto te ha jaleado y en el universo liberal conservador del franquismo del Partido
Popular. Aguirre, cazatalentos no. Información privilegiada y tráfico de
influencias, sí. Pero no temas, porque en estas intrigas eres lista y
espabilada, aunque no das muchas pistas de haber leído El Príncipe de Nicolás
Maquiavelo. Por cierto, las mamandurrias, según la Real Academia Española se
refieren al “sueldo que se disputa sin merecerlo”. ¿No habrás disfrutado en tu
actividad pública de sinecura mientras insultabas a los funcionarios? Pero
quizás tú hayas gozado de sinecura.
Ya sebes lo que significa: “empleo o cargo retribuido que ocasiona poco o
ningún trabajo”. Una ganga permanente, pero cobrando. No obstante, felicito a
los madrileños porque nos hemos librado de ti y ahora te deseo que caces a
muchos talentos que en España abundan.
Madrid, 20 de enero de 2013
LA AGUIRRE Y LAS OTRAS ESPERPENTOS
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